Tom Reynolds (seudónimo de Brian Kellett) es mi maldito ídolo. Empezó con un blog llamado ‘Random Acts Of Reality’en el que contaba experiencias personales en su trabajo en Londres, escribiendo para sí mismo, dicen por ahí (sí, sí, segurito Homer, yo hago lo mismillo, me da igual quien me lea ...), pero en vista de los muchos lectores que tenía acabó editando un libro ‘Blood, Sweat and Tea’, que al final ha acabado en serie de televisión, que a su vez ha impulsado una reedición ampliada del libro. A este paso, la versión americana de la serie está a la vuelta de la esquina.
La serie basada en estas vivencias-personales-blog-libro-blablablá se llama Sirens, etiquetada por ahí como Sirens (UK). Aunque el autor trabajó en Londres, está ambientada en Leeds, y narra las experiencias de una unidad de los servicios de emergencia de dicha ciudad, mezclando elementos de la comedia con el drama.
Este segundo párrafo sería suficiente en mi caso para huir de esta serie como de la peste; tipos en ambulancia recogiendo enfermos, accidentados, vísceras, sangre, ninios muy malitos que garantizan experiencias lacrimógenas, a ver si va a ser lupus, rápido que se nos muere, viva lo hemos salvado, tengo mucha responsabilidad en mi trabajo, somos guays… no gracias.
Pero no, a los cinco minutos de ver el primer capítulo ya se ve que esto va de otro palo.
Para empezar, yo que soy cool y tengo mundo, la he visto en versión original. Por eso no soy imparcial; en cuanto oigo a alguno de esos habitantes de la pérfida Albion hablando su maldito galimatías me pongo cashondo y me doy cuenta de que no soporto el f****n’ acento yanki. Me encanta oir cómo los British se comen el 75% de las consonantes y el resto de las vocales, si las las pronuncian, lo hacen según les sale del rabo (qué pasa, soy de Brixton y en mi barrio hablamos así. A joderse). Si alguna serie es UK ya me va gustando, lo que no quiere decir que yo sea al 100% un tubérculo sin criterio; The Deep era muy BBC con gran elenco de artistas enlatados en un submarino y, al mismo tiempo, en mi molesta opinión, un bodrio integral.
El protagonista, encarnado por Rhys Thomas, actor que en la vida real es muy fan de los Queen (incluso ha trabajado con ellos) y tiene nombre de jugador de rugby galés, es un maldito sabelotodo pedante con problemas familiares que le impiden tener una vida sentimental medianamente decente, y sus dos compañeros son un marroquí bastante unidireccional que está haciendo prácticas en la ambulancia (Kayvan Novak) y un guaperas gay (Richard Madden, el señorito Stark en Game Of Thrones) con algún problemilla personal que no desvelaré aquí. Como actores, excelentes, sobre todo creíbles, y además complementados por una chica -amiga del prota- que es también “normalita”, una policewoman rubita mu profesional pero que no acierta a encauzar su vida amorosa (Amy Beth Hayes, quien ya apareció en un capítulo de la gran serie Misfits).
Básicamente son las historias de gente normal alrededor de un trabajo. Bien contadas y con una música de fondo de borrachos ingleses en sus diferentes versiones: borracho mañanero tirado en la calle de antes de que abran los bares, borracho de tarde en su casa o en un callejón, borracho nocturno que se dedica al deporte nacional favorito tras el cierre de bares (partir la cara a alguien o que te la partan, ambas opciones son entretenidas), y de vez en cuando alguna otra clase de demostración patente de que no somos más que malditos simios.
Como buena serie inglesa, aquí no hay 25 capítulos por temporada; aquí sólo hay seis,así que se ve fácil porque es corta y muy buena. Según palabras de su autor, a fecha de 1 de Agosto de 2011, aún no sabe si habrá segunda temporada. Yo espero que sí.
es una serie muy buena..bastante comprometida con la comedia liviana y perspicaz, mostrando facetas y rollos de gente muy comun lo que le da una firma pocas veces vista. Espero que siga una proxima temporada para ver como se desarrollan estos personajes.
ResponderEliminar