lunes, 29 de agosto de 2011

Teen Wolf



El mismo año que hizo Regreso al futuro,  Michael J. Fox molaba por partida doble con un papel de adolescente (a sus tiernos 24 añitos) que se convertía en hombre lobo. La peli, Teen Wolf, fue cachondamente titulada aquí De pelo en pecho


26 años más tarde, en la MTV se les ocurre retomar la idea y hacer una serie del mismo nombre. Planteado así, es suficientemente terrorífico para no necesitar ver ningún capítulo y simplemente huir despavorido al desierto de Gobi y, una vez allí, cavar un agujero y meter la cabeza dentro mientras se repite “nunca mais, nunca mais”.

El mítico Michael J, caracterizado al gusto púbico de la época
 
Pero quienes me conocen saben que pocas personas son más arriesgadas que yo y al mismo tiempo gozan de mi falta total de criterio… puedo ver sin dar una sola cabezadita una peli iraní con subtítulos en sueco y después me parto el ojaldre con una de Pajares. Así que, qué me podría impedir darle un tiento a Teen Wolf?


Bueno, igual recordar esto.

  

 
Pero no, ni short ni lazy me dispuse a ver el capítulo uno. Y… sorpresa! No es tan mala. Bueno, igual sí, pero al mismo tiempo no.

Para empezar, lo único que tiene en común con la vieja historia es el título; el protagonista es quinceañero (éste de verdad, no como el otro) y sí, se convierte en lobo. Y vale, también hace deporte. Pero no es basket, éste juega a… lacrosse

Lacrosse... TÓCATE LOS MAÍCES !!!

Tiene historia de amor adolescente, tierna pero no muy opusiana (tampoco esto es Game Of Thrones, eh, aquí sacan un condón y se ponen coloraos), que le da esos inevitables toques pastelosos de serie de quinceañeros.  Y como es de la MTV, las transiciones entre escenas tienen esos nuevos grupos de power pop tan frescos e innovadores como ponerle alerones a un 600.
La vida es muy perracaaaa



Luego está el que hace de hombre lobo mayor que el prota… tan guapo él, tan fornido, con esas cejas tan pobladas que apenas nos indican su interior lobuno,  tan digno en su trágico pasado… vamos, resumiendo, un guaperas escapado de Crepús-culo con un palo en el ídem que no le ayuda a quitarse esa cara de estreñimiento general, única razón que debe tener para no decir las cosas claramente y desde un principio. 



 Sobre el ambiente de instituto, lo de siempre, pero mejor. Guapas, guapos, deportistas, pringaos, populares y demás zarandajas que no pueden faltar, pero por lo menos aquí está tan asumido que ni insisten en el tema. El  “cómo sufro porque la gente guay no me acepta y tengo que conformarme con estar los pringaos como yo” está tan sobreentendido que, afortunadamente, no insisten en él (seguro que los guionistas son guapos y populares y no tienen ningún trauma que purgar).


Bueno, pues aún así la serie se deja ver; el prota no es ni demasiado baboso ni demasiado pringao… la chica parece que está ahí para algo más que para alterarle las gónadas al Lobolópez, y la historia, sin ser nada del otro mundo, se deja seguir. Por lo menos hay historia, que ya es bastante. Hay un par de giros semi-inesperados (en 4 capis que he visto, tampoco está mal) y, sobre todo, los actores están bien. Por encima de todos, el mejor personaje es el interpretado por el mejor actor de la serie: Stiles, best friend del pequeño lobezno. Es el único que da toques de humor, incluso dice cosas inteligentes de vez en cuando,  y es algo así como un complemento del protagonista: lo que tiene uno es lo que le falta al otro.

El amiguete en cuestión

Podría contar algunos otros detalles, buenos y malos, que de todo hay, pero ya entraría en el peligroso terreno del spoiler (jodeseries, en mi pueblo)

Entonces, qué? ¿La seguiré viendo? Pues claro, o es que no ha quedado claro que carezco de criterio alguno y además me sobra tiempo?

No hay comentarios:

Publicar un comentario