martes, 6 de diciembre de 2011

La empanadilla de Long Island



Hace ya muchos años Martes y 13 estuvieron a punto de buscarme la ruina. Estaba recibiendo una bronca terrible por parte de la que entonces era mi chica (no recuerdo qué había hecho yo, pero seguramente tendría que ver con algún crimen de lesa humanidad) y en la tele empezó a sonar lo de la empanadilla de Móstoles. El caso es que empecé a reír, sin poder evitarlo. En aquellos momentos fui consciente de que tenía las mismas probabilidades de morir de axfisia intentando aguantarme la risa que ejecutado por la damisela en cuestión, y más teniendo en cuenta que el sentido del humor de la por entonces afortunada de tenerme como su churri no era precisamente similar al mío. Por un giro inesperado de la vida, de ésos que sólo ocurren una vez a cada paso del cometa Halley, la cosa terminó con ella llorando… de risa; y yo sobreviví.

 
El sketch de Encarna y la empanadilla de Móstoles es un clásico. Recientemente me tropecé con lo que podría ser el equivalente anglosajón. Puede que no sea tan gracioso, pero según parece es una de esas gracietas que pasan a la historia y que ha provocado memes de todo tipo, camisetas y pegatinas por doquier.

 
La base del chiste es el Don’t fear the reaper, de los neoyorkinos Blue Öyster Cult, grupo muy recomendable con una amplia discografía que va desde su época psicodélica hasta la de heavy melódico y AOR. En esta canción, seguramente la más conocida de su repertorio, usan un instrumento no muy común: el cencerro (cowbell). Aquí está la canción original (el cencerro se puede oir desde el principio)






En Saturday Night Live se partieron el ojaldre a cuenta del uso de este instrumento tan vacuno, con la colaboración de Christopher Walken en el papel de un productor llamado Bruce Dickinson (como el voceras de los Maiden) pidiendo cada vez “más cencerro”, y con un Will Ferrell perfectamente caracterizado como Eric Bloom setentero.








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