lunes, 26 de septiembre de 2011

Series de Otoño (III): new releases


En las jugosas tiendas de segunda mano de discos, tarde o temprano uno se terminaba acercando al cajón de las novedades. Y ante una novedad total, sin posibilidad de oír y luego comprar, (a diferencia de hoy día), uno tenía que fiarse principalmente de tres cosas: o de haber leído algo sobre el album o grupo en cuestión, o que algún integrante fuese alguien conocido, o analizar la portada y ver si acertabas. Si terminabas comprando un disco de música disco cuando creías estar llevándote a casa una rareza del black metal, una de dos, o eras muy torpe o los disco-dancing-soul-music-boys de turno eran negratas vestidos de lentejuelas (sólo intentar visualizar semejante album ya me crea confusión mental y sudoración axilar exacerbada).

Bueno, pues con las series pasa algo parecido, a veces has leído algo, o sabes quiénes están implicados, o simplemente te da buen rollo. En caso de decepción la situación no es tan grave; al fin y al cabo, con no seguir viéndola vale. Aunque algunas mejorarán y no nos enteraremos, y otras irán aún a peor (si cabe) y la auténtica defecación es empeñarse en que un pony putrefacto gane el Grand National (o era el Grand Slam?). Rubicon era (pour moi) una serie muy aburrida, y empeñarse en verla (si no te gusta, aclaro) es masoquismo.

Pero hay que probar. Y, de momento, mientras me lo pienso si voy o no voy con Pan-Am, me acabo de estrenar cuatro series otoñales nuevecitas. Ahí van. (Aviso: hay Spoilers, no muy gordos, pero algo hay).

Death Valley: lo peor de una serie de policías y seres sobrenaturales es, creo yo, que sea sosa. Y ésta, de momento, lo es. A tope. El planteamiento de la serie –los zombis, vampiros, hombres lobo, etc andan sueltos por Death Valley, integrados en la vida normal pero la policía tiene que perseguirlos - puede tener su cosa; podría haber sido una buena idea (aunque original, lo que se dice original, poco) pero se queda en eso. También tenemos a la hija de la gabacha de Lost, Alexandra, haciendo de policewoman. Y para de contar; nada más digno de mención. Intenta ser graciosa, con algún chiste de kaka o de culos y tetas… falla. Usa escenas sangrientas, de sesos de zombi reventado y todo eso.. no impresiona ni a un niño de 7 años. Aplica el estilo de falso documental, pero no parece venir a cuento de nada; tras un minuto de cámara mareante estilo Cops, los del documental se integran en lo que vemos, aportando más bien poco. De verdad que lo he intentado, me he puesto tres veces a ver el primer capítulo… y no he podido acabarlo. Y no soy un tipo muy exigente, soy facilón. Pero para mí que esta serie, si no mejora, tiene los días contados. Igual es la bomba a partir de ahora, pero para mí está muerta.

Fresh Meat: grupo de universitarios que comparten vivienda. Cada uno de un pelo, un poco demasiado estereotipados (la que necesita ser aceptada a toda costa, la punkarra jetas, el eterno repetidor que es un freak profesional, el pijomierda, el antisocial, y el chico y la chica). Como muy bien decían en Machacas, es comedia y se frotan. Y yo añadiría que tiene ritmo y tiene su gracia. Vale, y es British, acepto que para mí cuenta como un plus.



New Girl: la hermana Deschanel mejor alimentada, la que se parece a Katy Perry, y tres zoquetes que le hacen los coros. Le ponen gafotas para que parezca un poquito fea (esto tiene que hacer sentirse maravillosas a las chicas con gafas), la hacen lloriquear mucho (de momento) y  mantener la boca abierta más de lo habitual (no en plan libidinoso, más bien como hábil recurso actoral para inspirar ingenuidad) y poner morritos (de nuevo nada sicalíptico, hay que inspirar bondad y hacer comprender que la vida nos ha tratado mal injustamente). Y para disipar cualquier pensamiento lascivo, su mejor amiga es modelo y es la que está oficialmente apetecible en la serie. ¿Puede ser insoportable? A ratos. ¿Predecible? Musho. Pero tiene alguna chispa, sobre todo por parte de los tres mendrugos que viven con ella. Pero ya sabemos de qué va a ir cuando abandonan perspectiva de fornicio para consolar a su gran amiga, a la que conocen desde hace una semana. Sólo por esto debería ser del canal Escifi.
Amable comedia para cuando necesitemos recordar que la vida es como en los anuncios de Mimosín.

Person Of Interest: de momento me ha recordado al Mentalista (vale, nunca he visto El Mentalista, pero me lo imagino). Resuelven casos pero antes de que sean casos ( o a la vez), no son polis ni del gobierno (parece) pero usan a un tipo que sí lo fue y que da ostias como panes, es muy listo y no va a sonreír en toda la temporada. Lo malo es que los mayores enigmas (los más evidentes, espero que haya algo más) ya se han despejado: la personalidad secreta del repartidor de obleas, en 10 minutos aclarada; el pasado que le atormenta, en 20; de dónde salen los casos, en 30.

Han sido un poco perrillos, y el tipo supuestamente “bueno” que está con él es…


 Y claro,  no pueden haber cogido al simpático Benjamin Linus para que nos fiemos de él, no. Este tipo guarda algo oscuro, y además cojea (lo siento, sin ánimo de ofender, uno es víctima de su educación y mi abuelo decía que no hay cojo bueno; eran otros tiempos). Pero no lo tengo muy claro. Me parece que va a ser la enésima versión de “resolvamos estos vistosos casos con la ayuda de este chavalote”. Ya veremos.

Y ya vale. Me he dejado varias series que nunca he seguido con asiduidad o que tengo aparcadas (House, Boardwalk Empire, Dexter -lo sé, no tengo perdón de Lucifer- Archer...), algunas más que podría haber incluido en el primero de mis posts sobre las series del otoño (Treme, The Good Wife, probablemente Pan-Am) y algunas que me interesan pero que no sé si se estrenan ya o son para dentro de un par de meses (Terra Nova, Grimm, Once Upon A Time, American Horror Story). Pero es que ya sería escribir demasiado, y a mi amada cuñada no le daría el gusto de poder decir eso de “escribes muy poco” (creo que ha leído medio post de cuando empecé, y siguió las instrucciones para encontrar el Mazinger de Tarragona pero sin muchas ganas, porque ni se acercó).

3 comentarios:

  1. Tengo que confesar, muerta de vergüenza, que estoy viendo Ringer. No puedo explicarlo pero es tan mala, tan mala que me tiene hipnotizada. Sarah Michelle se pasea por la pantalla como una Buffy lobotomizada y Richard Alpert, que resultó ser canario, no sabe muy bien qué pinta en medio de este bodrio. En fin, la veré hasta que la cancelen.

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  2. Perdone que le moleste otra vez. Lo de Dexter es imperdonable. Hasta la cuarta temporada es una serie imprescindible. Cuántos momentos entrañables hemos pasado viendo como Michel C. Hall se cepillaba a los malos. Además tiene un personaje que seguro que te mola, el sicalíptico Masuka.
    Otra recomendable, y nunca pensé que diría esto después de quedarme dormida en unos cuantos episodios de la primera temporada, es Fringe. A partir de la segunda temporada la serie remonta y la tercera es buena de pelotas.

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  3. Todos tenemos secretos inconfesables, de esos que sólo se pueden hacer públicos vía blog (jamás cara cara). Lo de Ringer es un pecadillo como otro cualquiera. Respecto a Dexter, sigo almacenando como buena hormiguita todo lo almacenable a partir de la segunda temporada. Algún día llegará. Fringe me pareció soporífera ya en la primera temporada, pero me han jurado y perjurado que mejora muchísimo. Apunto un comentario favorable más al respecto.

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