sábado, 24 de septiembre de 2011
Series de Otoño (I): el cajón de los singles
Para empezar con esto, lo fácil sería hablar del otoño, septiembre, el fin del verano, la vuelta al cole, el regreso de las colecciones de fascículos delirantes, para luego enlazar hábilmente con las nuevas temporadas de series que florecen en otoño cuan ababol primaveral. Vale, pues no. Me lo salto. No me da la gana. Como si no lo hubiese escrito.
Y es que estos días, y sobre todo esta semana, ha habido una avalancha de series; unas cuantas nuevas, otras estrenando nueva temporada. Y yo me siento como cuando iba a Londres hace (muchos) años con el bolsillo (relativamente) lleno de pasta y entraba en una de las enormes tiendas de vinilos de segunda mano. La sensación era sobrecogedora; uno no sabía si disfrutar de lo que tenía delante o agobiarse por la ingente cantidad de material a explorar y el poco tiempo para la faena. Y eso antes de descubrir que la tienda tenía un sótano de similares dimensiones con vinilos… aún más baratos!!! Malditos ingleses!!!
Así que una persona con una mente científica y racional debía tomar importantes decisiones. Una de las primeras era: miro los singles? Y tras comprobar cómo se amontonaban trillones de pequeños discos en una superficie mayor que alguna de las piscinas en las que he nadado, la decisión estaba clara: ahora no.
Así que ya, de partida, unas cuantas series han entrado en ese cajón para mí y, lo reconozco, es difícil que salgan. Aquí van unas cuantas de las que inician o retoman su andadura (podría haber dicho “que empiezan ahora”, pero me gusta demostrar que poseo un amplio aunque no siempre adecuado vocabulario).
- Supernatural: empieza la temporada 7 (en Spain la 6, creo). Me la recomendaron hace tiempo pero, con la que está cayendo, no es una de mis prioridades verme seis temporadas de esta serie para ponerme al día. Al cajón.
- Nikita: la peli gabacha me gustó; la versión yanki me aburrió; la serie, ni siquiera me he molestado en enterarme si tiene algo que ver con las pelis. Acaba de empezar la temporada 2. De momento no me atrae.
- Crónicas Vampíricas (The Vampire Diaries): empieza la temporada tres y sigue sin tentarme. Hastalgorro de vampiros, oiga. No es que por ser de/para adolescentes me repela automáticamente, pero me da la impresión que el enfoque que le dan al tema no es para mí. Lo siento, vampiretes, que os vayan dando ajo.
- The Fades: nueva serie, British además. Pero no, de momento no me va. Creo que es de sustos, fantasmitas y cosillas espeluznantes. Pero no sé por qué no me atrae. Y no he visto ni un triste fotograma.
- Glee: estrena temporada 3. Musical, y eso. Creo que se basa en pervertir (más aún) clásicos himnos americanos (“Don’t stop believin” de Journey… o era “Anyway you want it”? Da igual, es la misma canción). ¿Será para gente con el alma limpia y que aún cree en la bondad intrínseca del ser humano? ¿O, por el contrario, será una buena serie? No sé qué me da, pero creo que jamás la veré. También se queda en el cajón.
- The Playboy Club: también es nueva. Ante ésta no vengo virgen… quiero decir que algo he leído, y no muy bueno. Que si explota el filón abierto por Mad Men, que si la interpretación es penosa, que si Hugh Heffner no ha querido tomar parte y eso por algo será… nada bueno, y eran críticas bastante bien hechas, no por un pelagatos sin criterio como yo. Además, si uno de los objetivos de la serie es atraer al público masculino mediante la zoofilia, la verdad es que las conejitas no creo que sean lo mejor. Disfrázalas de perrillo de las praderas o de mofeta, hombre, que en yankilandia es como más de casa y en el resto del mundo le da el atractivo de lo exótico, lo foráneo. No, definitivamente no me atrae.
- Castle: inicia su temporada 4, y si alguna vez he sabido de qué iba, me interesó tan poco que ya ni me acuerdo.
- El Mentalista: igual me estoy perdiendo una serie extraordinariamente buena, pero ya de partida ni me arrimo; tiene toda la pinta de “cojamos a ese listillo / superhéroe / marciano / anormal social / tipo más inteligente que tu prima de Murcia y usémoslo para resolver casos policiales de una forma diferente”. Como diría Homer, “me aburroooo”. Pues ya va por la temporada 4.
- Downtown Abbey: ahora empieza la segunda temporada. A ésta sí que puede que algún día le eche un ojo. No sé de qué va, pero es como ese single que veías sobresaliendo por encima de los demás y que sí te daba ganas de sacar del montón. A veces resultaba algo interesante y raro, y otras era uno de Alberto Cortez sin portada.
- Sons of Anarchy: han empezado con la temporada 4. Me pasa algo parecido a lo de Downtown Abbey, pero menos. Llevo tres temporadas y no me decido a darle una oportunidad. De la cuarta no pasa. O sí. No sé. Sigo teniendo el síndrome Alberto Cortez.
Bueno, con esto termino un repaso a las novedades otoñales que conscientemente he ignorado. Si alguien me recomienda alguna de éstas muy efusivamente recuperaré (momentáneamente, eso sí) la esperanza en la humanidad e incluso puede que pruebe alguna de las que, de momento y en la mayoría de los casos por razones no muy justificadas, no cuentan para mí.
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