martes, 25 de octubre de 2011

Cuando sucede lo inesperado





Si pudiera elegir el trabajo más interesante y creativo del mundo, no creo que me viniese a la cabeza como primera opción ser catador de agua, afinador de serruchos o trabajador de una compañía de seguros.
Seguramente el mal está en mí, ya que desconozco el apasionante mundo de los diferentes bouquets del H2O, no me termino de ver de maestro serruchini, y al oir prima de riesgo no me viene a la cabeza precisamente una pariente haciendo danza-jazz al borde de un acantilado.





Buitre leonado

Lo reconozco, estoy lleno de prejuicios; la combinación de la palabras “Compañía” y “Aseguradora” me produce tanta simpatía como “Banca Amiga”, “Certificación Notarial“ o “Abogado” (combínese ésta última con cualquier otra palabra, excepto con “del diablo”).

Curiosamente, si algo manejan todos los anteriormente mencionados es dinerito. Ellos están ahí para conseguir nuestra pasta y, a ser posible, no soltarla con la misma facilidad con la que se adueñan de ella.

Sin embargo, las compañías de seguros necesitan clientes, así que de algún modo tienen que superar la urticaria que provocan en buena parte del público. Así que de vez en cuando pagan a alguien para que publicite una imagen benefactora, simpática e incluso campechana de ellos (ahí le han dao, que diría alguno).





State Farm Insurance, compañía de seguros de USA, lanzó una de esas campañas. Y el dinero ha sido bien invertido. Si se busca en Wikipedia información de esta compañía se puede ver que no son precisamente los tipos más enrollaos del mundo; más bien todo lo contrario (en el 2007 la CNN informó de prácticas un poco guarrillas con el fin de evitar aflojar la pasta). Pero no se han cortado un gramo a la hora de gastos con el fin de intentar convencer al deseado futuro cliente de que son buena gente con la que contar en esos momentos agrios de la vida en los que todo son desgracias.

¿Cómo lo han hecho? Bueno, un par de muestras; además de este vidrio…





… hay una parte de esta campaña que es mucho más interesante. Usando la tecnología de Google Street View, pueden hacer que cualquier persona y cualquier domicilio sean protagonistas de una animación en Flash que mejor no describo, para que podáis disfrutarla mejor.

(Por alguna razón no me deja poner un link, así que lo que hay que hacer es copiar esta dirección en el navegador):
www.chaosinyourtown.com

Sólo decir una cosa: ha servido para hacer realidad el sueño de cualquier niño: ver saltar su colegio por los aires.

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