Hace años, cuando era un tierno infante y no tenía aún ni pajolera sobre lo que era un juego de rol, y los juegos de estrategia (guargueims, normalmente) me parecía que eran jugados por señores con gafas de pasta (que no gafapastas, ojo) que se los habían comprado allende las fronteras (o sea, en otra ciudad), tuve la feliz idea de no seguir pegando cromos de furgol en mi primer y úinico álbum (de hecho despegué los que ya tenía) y de organizar una liga en la que los jugadores eran los propios cromos.
Ahí empezó mi ruina.
Con un sistema de cajitas y gomas me fui haciendo, año tras año, con más y más equipos, cuando el Oviedo, Elche, Granada, Las Palmas, Murcias, empezaron a ser sutituidos por Almería, Osasuna, Racing, Sevilla…
Mis inicios patéticos de jugador-bueno-juega-mejor-porque-yo-lo-digo terminaron, bajo la mirada intermitente de mi madre (“qué cojona harás ahí tirado en el suelo”), en un complejo sistema de tablas que a mí me parecían la repera (bueno, era pequeño, y cualquier cosa que me inventase me parecía insuperable).
Años jugando y rejugando ligas, copas, y luego mundiales, … buscando fichajes nuevos, inventando nuevas normas, horas y horas de mi infancia DIVERTIDAS a tope
(vale, de pequeño es jodidamente difícil estar mucho rato aburrido, e incluso cuando no sabes qué hacer, tu estrategia suele ser:
Paso 1- estar aburrido
Paso 2 – Comunicárselo a tus padres a grito pelao, aplicándoles así una sesión de ultraviolencia mental
Paso 3 – Una vez estén los padres fuera de sus casillas, recibir algún grito
Paso 4 - Terminar en el llanto catárquico que hoy en día hace sufrir tanto a los desnaturalizados progenitores, pero que antaño era la consecuencia de haber recibido a tiempo un buen cogotón a la altura del colodrillo).
Bueno, a lo mío...
Aún guardo montones de cromos, aunque otros muchos fueron a la basura…
Como éste de Camacho, que creo que alguien me lo pisó, se quedó doblado y lo sustituí por uno del año siguiente.
Ahora el viejo valdría un pequeño montoncito de euros, según he leído por ahí;
pourquoi? Estamos chalaos o qué?
Bueno, a lo mejor sí, pero hubo una colección especialmente buena, de la editorial ESTE, y todos los enanos intentábamos conseguir los últimos fichajes…
Pero sobre todo los COLOCAS (cromos de tirada limitada, y que sustituían en el album a alguien que había sido baja de última hora) … y algunos de estos (los de la liga 74/75 en concreto) valen/se paga por ellos un pastizal.
No es que sea millonario en cromos ahora mismo, pero algún día pondré a la venta unos cuantos de ellos (el de Aslund, por ejemplo, lo tengo como recién salido del sobre) por una paxta, sólo por darme el gustazo de oir a mi madre, tantos años después:
“Ya era hora de que esas mierdas te valiesen para algo, con la de catarros que te cojiste de pequeño por su culpa, todo el día jugando en el puñetero suelo!”
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