Si, como yo, naciste en una época de paz, amor y sexo libre,
este post de hoy desenterrará sentimientos que creías olvidados. Porque aquí nadie se libró de las imágenes
que van a continuación.
Desde estuches de pinturas a cuadros
"decorativos", pasando por portarretratos, felicitaciones de navidad y
calendarios de bolsillo, en los "felices" 70 y finales de los 60 se
dio una invasión de tiernas figuritas de niños y niñas cabezones con grandes
ojazos, flequillo sedoso y sonrisa beatífica.
Gracias al ejército estás hecho un hombretón |
Y a pesar de esto, nos
los encasquetaban al más mínimo descuido; bien vía
cuadro-que-decora-apropiadamente-tu-cuarto (que para eso eres un niño), o bien
bonito-adorno-visual-de-tu-block-del-colegio (que ya tendrás tiempo de llevar una
foto de esas guarronas de Los Ángeles De Charlie).
Tipical espanis a la caza de la sueca |
Yo, en mi dulce inocencia, pensaba que esto era sólo un fenómeno apañol, y que el culpable tenía nombre y apellidos hispanos, y juré que algún día iría a su casa montado en un Mazinger y se lo haría pagar caro.
Error. No por lo del Mazinger -que también- sino porque, cuan
oleada de recortes PPeros, resulta que había más de uno.
El más famoso, el que nos hizo ver la vida como si fuera el
sueño de una abuela borracha de moscatel y optalidones, se hacía llamar
Gallarda.
Curioso nombre, que por una parte es danza renacentista y
por otro me recuerda a un chiste que contaba mi amigo Vicius (algo de un
mejicano que se hacía una gallarda, o alguna guarredida así).
La fama de este artista trascendió las fronteras hispanas e hizo de las suyas en Europa, sobre todo en Francia (desconozco si esto tuvo relación alguna con la quema de camiones en las fronteras, habría que revisarlo).
Este estilo de dibujo, este estilo de vida diría yo, se
convirtió en algunos casos en una mina de oro. Los ilustradores y también
pintores de niños cabezones con ojazos llegaron a ser legión. Aquí podemos ver
unas muestras del arte que dejaron tras de sí las huestes de San Mimosín.
¿Por qué esto no ha sido portada de un disco de Manolo Cabezabolo? Lo desconozco. |
No falla al rematar de cabeza ni queriendo |
La versión adolescente del tema... chulazos de playa |
¿Qué tramará el soldadito? ¿Qué o a quién está enterrando el del fondo? | Inquietante |
Ahí va un par de ejemplos:
Desde el bantú que pasea por la selva con pajarita y pañales acompañado por su manso león-sabueso, hasta el hijo tirolés, fiel retrato de la decadencia de la raza aria, la baraja en cuestión muestra una galería de personajes que no desentonarían ilustrando la obra de Lovecraft o una biografía de Esteso.
Por supuesto se la compré a mi niño. Me gusta sufrir y compartir mi sufrimiento.
Esa es una de las razones de este blog.
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